EL ENIGMA DE NUESTRO NOMBRE - PARTE 1
EL ENIGMA DE NUESTRO NOMBRE
“Enigma: Enunciado artificiosamente
encubierto para que sea difícil de entender
o interpretar”. -Diccionario de la RAE-
Admito que me cuesta recordar el nombre de la persona que recién conozco. Para hacerlo recurro a un ejercicio narrativo que me permite, en la mayoría de los casos, salir avante. En cuestión de minutos, invito al recién conocido -valga la redundancia- a "conocernos", buscando como pretexto recoger del nombre sus significados, razones, usos y hasta apelativos.
Mi deseo auténtico de tratar de aprender cómo se llama el interlocutor, se ve acompañado por una práctica fácil en su planteamiento y a la vez profunda en su resultado. Descubro de manera recurrente que en la mayoría de los casos desconocemos el significado de nuestro nombre.
Advierto que este es un comportamiento típico de los psicólogos, que no podemos ir por el mundo sin indagar, movilizar o hacer pesquisas por la subjetividad. Afortunadamente, ese usual desconocimiento sobre nosotros mismos es una materia prima rica, fecunda y siempre provocadora. Preguntar por el significado de nuestro nombre se vuelve una actividad inusitada, sagaz, y hasta maleante hacia nosotros mismos.
Comentarios
Publicar un comentario