HACIA UNA POLÍTICA DE LECTURA Y ESCRITURA EN SANTIAGO DE CALI
HACIA UNA POLÍTICA DE LECTURA Y ESCRITURA EN SANTIAGO DE CALI
Contamos con una lengua poderosa que nos permite decir lo que
opinamos, pensamos, y hasta sentimos. Este privilegio no puede ser de unos
cuantos. Todo nuestro esfuerzo es para que las nuevas generaciones asuman, se
movilicen y participen de esta experiencia no sólo lingüística sino de
desarrollo social y personal. Educar será siempre formarnos en el lenguaje. En este hemiciclo hoy celebramos la oralidad, la
lengua escrita, la lectura y la literatura desde su función pública, desde su bien común y de cómo los asumimos a su vez desde el sector privado.
Tenemos una lengua materna para hacer acuerdos, para derribar
trabas, para comunicarnos con todo el mundo, para tejer puentes entre unos y
otros y en hoy por hoy para formar a las nuevas generaciones de colombianos a vivir en paz. La escritura no puede ser entendida como un
elemento menor para hacer listas de mercado o llenar hojas de vida, más bien es la herramienta mayor del
pensamiento, de la sociedad y de la cultura. Acercarse a ella debe ser lo que
privilegiemos como escuela y como sociedad. Escribir y describir son elementos
esenciales para sobrevivir, sobre todo para aquellos que creemos que vivir es parte
de una conciencia mayor.
En un momento de posturas e imposturas, de verdades y
postverdades necesitamos encontrar en el lenguaje un punto de intersección, un
lugar de interacción. Requerimos hacer de la escritura y la lectura unos espacios
comunes en donde nos reflejemos, nos articulemos y nos orientemos como ciudadanos
capaces, competentes y profundamente humanos, donde la duda y la fe convivan, donde la esperanza y lo inevitable se conjuguen, donde el yo trascienda en el otro.
1. DESDE SU LUGAR DE TRABAJO ¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO POR LA LECTURA Y LA ESCRITURA?
Es preciso entender la escritura como una gran herramienta de
desarrollo social. Lo que nos difiere de otros animales que habitan este mismo
planeta es el lenguaje. Como especie nos ha tomado miles de años dominar las
herramientas, al inicio para dar cobijo, luego para someter el fuego. Nuestras manos
generaron la energía de las primeras representaciones abstractas. Nuestros
gestos fueron primero, después se plasmaron como signos en cuevas, piedras y tablas.
Durante milenios el lenguaje nos sigue sirviendo para habitar
y desenvolvernos con otros, para educar, formar y culturizar, para amar, orar y
exigir nuestros derechos. Todos y cada uno - a lo largo de nuestra existencia- requerimos
formarnos pacientemente en el acceso y el dominio del lenguaje. Desde la cuna
hasta la tumba seremos un continuo de imágenes traducidas en palabras,
incluso la misma lápida es lenguaje.
Nuestros predecesores decidieron que nuestra escritura fuera alfabética,
es decir para ser leída, para ser contada, para dejar que el viento tejiera la
trama. Pudimos haber nacido en otras latitudes donde la escritura fuera ideográfica
o pictográfica. Esta abstracta manera de lenguaje requerirá todo nuestro
esfuerzo para que las siguientes generaciones lo comprendan y la aseguren. El
esfuerzo que tiene que hacer un niño para entender la lengua escrita no es
menor, requiere toda su atención, toda su energía. Para nosotros acompañar
este proceso, al entender y luego comprender la lectura y la escritura nos
permitirá formar nuevos escritores, nuevos narradores y mejores ciudadanos que
hagan con las palabras lo que saben o lo que quieran, que las vuelvan su
juguete preferido, su voz fortalecida, su autorretrato mejor concebido.
Con el lenguaje estamos formando -una y otra vez- comunidades.
Desde la sociedad civil no estamos esperando a que suceda algo, estamos
interviniendo articuladamente desde la educación. Estamos construyendo
política pública al interactuar con dinámicas consensuadas por la Secretaria de
Educación, somos parte de un movimiento inspirado desde Cali con Calidad.
Ahora bien, en el programa Palabrario & Numerario de las fundaciones Génesis y Corona y desarrollado en Cali por la Universidad Icesi, estamos
promoviendo la escritura en clase, pero sobre todo la escritura que se
fundamenta en el aprender haciendo. Entregamos 11000 diarios Palabrarios al
mismo número de estudiantes, no para ser corregidos, más bien para que cada estudiante
se desenvuelva en ellos. Para fortalecer sus ideas, para formar su espíritu, para
promover la narración de sus mundos reales, los posibles, y también los inventados. y que a la larga encuentren en la escritura su voz personal, su fuerza y su
carácter, hasta percibir un estilo en su legado.
También desarrollamos el Correo Juan Palabras, que encarna
la verdadera intención de la escritura que es comunicarse con otros seres, hasta los que están tras la rejas, incluso con los del más allá. Volvemos a recrear la manera de comunicarnos, promovemos
la transferencia de imágenes con sentido, la reconstrucción de escenarios, y el
encuentro con lectores de otras latitudes. Los estudiantes se cartean ideas y
se sorprenden que tienen efectos en sus interlocutores. La magia de la
comunicación con un otro -inicialmente desconocido y luego reconocido- se da en
cada línea, en cada párrafo.
Estamos interactuando con 325 docentes, volviéndolos a
conectar con su deseo de aprender y de enseñar. Donde se ha buscado hacer que
la escritura y la lectura no sean obligatorias sino compartir el inacabado goce por sus desafíos. Los maestros están afinando la propia escritura, planeando sus actividades. Están
haciendo sus bitácoras, delineando sus experiencias de clase, sistematizando
sus encuentros significativos con los estudiantes. Están haciéndose preguntas y formulando
interpretaciones, reencontrándose con las razones de su profesión, con ese
escurridizo universo de las letras tan añorado y no siempre encontrado.
Construimos en cada aula un Libro Artesanal Palabrario, una
escritura colaborativa de interpretación de la realidad entre varios docentes y
enfrentando a los estudiantes a una propuesta de enseñanza colectiva, que
termina siendo una apuesta de transformación de la enseñanza misma. ¿Qué tal que nos
juntemos dos o más maestros en un mismo salón de clases para enseñar desde la
diferencia?
Entregamos 8000 materiales completos que permitirán formar, compartir y desarrollar pedagógicamente habilidades para la vida (la mal llamadas blandas) tales como el Respeto, la Perseverancia, la Tolerancia y la Honestidad. Como una apuesta para que las Instituciones educativas mejoren los valores, ojala uno cada vez.
Estamos interactuando con Familias para que desarrollen un plan lector. Para que puedan influir en sus hijos el amor por la lectura, el ánimo de salir adelante y que promuevan la educación en todos sus matices. Desde el programa Buena Crianza (otro programa que apoya la fundación Scarpetta Gnecco) formaremos a las familias para que eduquen con serenidad y con amor, con disciplina y afecto. Para que se prevenga la violencia a partir de toda una corriente novedosa de disciplina sin castigo, corrección con amor y educación para el buen trato.
Estamos interactuando con Familias para que desarrollen un plan lector. Para que puedan influir en sus hijos el amor por la lectura, el ánimo de salir adelante y que promuevan la educación en todos sus matices. Desde el programa Buena Crianza (otro programa que apoya la fundación Scarpetta Gnecco) formaremos a las familias para que eduquen con serenidad y con amor, con disciplina y afecto. Para que se prevenga la violencia a partir de toda una corriente novedosa de disciplina sin castigo, corrección con amor y educación para el buen trato.
2. EN EL ACTUAL PROCESO DE PAZ, ¿CÓMO APORTA LA LECTURA Y
LA ESCRITURA PARA CONSTRUIR UN MEJOR PAÍS?
Es preciso pensar lo que está
sucediendo hoy en el país. Algunas personas vamos entendiendo más lento lo que
sucede. Otros podrían pensar que el rápido se come al lento pero en el caso de
la escritura no es cierto. El que cuente la historia y narre lo sucedido tendrá
el privilegio de ser la persona que vive y siente este tiempo. Todas las
grandes gestas tuvieron que ser narradas, sino el paso del viento y la historia
las borrarían del mapa. Hoy Colombia está en ese momento, pasar la página de
una época de horror, de muchas, que se han dado. No podemos volver a repetir el
descuido, corremos con el tiempo en contra hacia el olvido. Hoy la nación requiere
ser narrada, contada y explicada, especialmente para un individuo que se educa.
En las instituciones educativas
estamos formando para que entiendan que la escritura no solo enuncia el pensamiento,
sino que lo estructura, lo formaliza en la medida que lo profiere. Precisamente
es lo mismo que sucede en Colombia, haremos "país" en la medida que narremos lo que somos. Escuela
y nación van de la mano, son el inicio de la identidad, el comienzo de la
autonomía.
Necesitamos mejorar nuestra democracia.
Permitiendo que todos accedamos al conocimiento. Gracias a esta práctica
entenderemos lo que sucede, sin tener que esperar a que nos expliquen. Eso si mientras
esperemos que nos cuenten todo, esta nación tan imperfecta e inacabada que
tenemos no será accesible.
Creemos en los maestros que están interesados
genuinamente en sus estudiantes. Un maestro que se acerca al aprendiz es parte
de la apuesta. En nuestro caso, el estudio del desarrollo infantil da una
postura muy interesante a la hora de abordar el aula de clase. Siempre
empezamos y terminamos con preguntas. Los investigadores somos movilizadores de
la pregunta, la pesquisa es nuestro ambiente. Mientras que para muchos la
pregunta necesariamente tiene que ser respondida, el silencio o la
no respuesta en un aula es percibida como negativa, para un investigador -en cambio- ese es su punto de partida.
Requerimos ponernos de acuerdo en
la gramática, en las reglas y en las normas, precisamente esto es parte de la
construcción de sociedad. Aprendemos a leer y a escribir desde una gramática, ¿no
es está la manera de hacerlo desde la sociedad? El desarrollo de un individuo
en medio de unas normas y reglas a veces absurdas pero consensuadas, ambiguas
pero generales, que deben ser explicadas en la medida que se exigen.
El sinsentido de aprender es algo
que atraviesa la escuela. No podemos seguir formando las nuevas generaciones
con algún día necesitarás estos o aquellos conocimientos, estos o aquellas
habilidades. Los proyectos de aula, la integración de saberes, la formulación
de proyectos harán para las nuevas generaciones que la educación tenga sentido.
Ya lo decía Emilia Ferreiro en 1999: “La escritura es importante en la escuela
porque es importante fuera de la escuela. y no al revés”.
3. ¿CÓMO SE LOGRA QUE LA CIUDAD DE CALI -ADEMÁS DE SER
RUMBERA- PUEDE LLEGAR A SER UNA CIUDAD LECTORA?
Pensando que pueden cohabitar la rumba con lectura. Expliquémoslo.
Pensando que pueden cohabitar la rumba con lectura. Expliquémoslo.
Las ciudades van creciendo. Las formas de
habitar el país han cambiado en tan solo tres generaciones. Pasamos de vivir en lo
rural y ahora habitamos las ciudades. El ser humano vivió en los campos por
miles de años, apeñuscarnos multitudinariamente en ciudades es reciente. Para poder
hacer ese desplazamiento hemos requerido iluminar la noche y empezar a
conocerla a tientas, por definición las grandes ciudades no duermen.
En el campo de la literatura, mientras el país se encontraba extasiado
por el realismo mágico de Garcia Marquez, un grupo de jóvenes entusiastas abordaban
temas de ciudad. Andres Caicedo y su generación se dedicaron a hablar de Cali,
a filmarla, a escudriñarla, a buscarle intersticios. Cali se volvió una ciudad develada por
adolescentes y para adolescentes. La narraron desde los límites, desde las cornisas,
mostraron los espacios sociales, mezclaron las razas, sus sonidos, sus cuerpos y vaivenes. Toda esa generación se
dedicó a explorar la exaltación de los sentidos. Buscaron de todo y encontraron de todo. La rumba floreció en una ciudad crecía con sus jóvenes.
Ahora bien, se propone seguir generando una escritura urbana,
una ciudad que siente, piensa, sostiene su cotidianidad. Una ciudad de crónicas
urbanas. Una ciudad percibida desde el aliento y los sentidos. Los murales de Cali hablan así, el Museo de Arte Libre de Colombia nos lo presenta en más de 400 murales por toda la ciudad.
Recuerdo que en el MIO metimos a unos poetas, y los
llevamos desde el centro hasta el hormiguero. En su recorrido narraron mejor que nadie
la experiencia de transitar una ciudad de manera apretujada. El lenguaje
develó el sentimiento, no fue necesario hacer una encuesta de satisfacción para
comprender lo que los poetas le dijeron a la ciudad sobre su transporte.
Precisamente producto de esta experiencia poética, propuse -en su momento- trascurrir por la ciudad con un libro o una libreta de
anotaciones en la mano para invertir el tiempo perdido. Volver a favor un
tiempo que desaparecía por el tránsito desesperado. Hemos buscado desde entonces llenar de arte y cultura, lectura y experiencias literarias un transporte que traslada a 500 mil pasajeros al día. Precisamente, la red de
bibliotecas ha colaborado al liberar libros donde los ciudadanos se sienten más comprimidos.
Que importante que la ciudad respire y se libere del apretuje, ahí donde más lo necesita.
Promover leer y escribir en espacios reducidos es parte de la
estrategia, en el encierro la lectura y la escritura se potencian, cárceles,
hospitales, escuelas, y en el transporte masivo son espacios ideales para fortalecer el
espíritu, darle alas y fuerza interior al ser humano que le sigue costando trabajo vivir en las ciudades.
Ya hay un diccionario del uso del Caleño, necesitamos también
una narrativa del caleño. Impulsemos escritores de la línea de Caicedo y
promotores de su estilo. Aquellos que se fueron de la ciudad como Pilar
Quintana y Antonio García. Y tantos que conocen a Cali y escriben sobre ella a la
distancia.
Dormimos sobre una riqueza cultural inmensa que requiere ser
develada, sacada a la luz pública. Los escritores son los seres que permitirán
hacer grande la ciudad, sin melancolía por el pasado, mas bien partiendo de esa realidad. Por eso, la rumba, como la oralidad. perpetúan la emoción de vivir a Cali. En cambio la escritura mantiene vivo el pensamiento, lo alienta, lo difunde y lo esparce en el tiempo, ambas se compenetran y coexisten en esta forma que apenas vamos entendiendo: la inacabada forma de habitar la ciudad, de ser un ciudadano caleño.
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