PARTE 7. POLÍTICA PÚBLICA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA y CAPACITACIONES JAC
La Asesoría en el 2014, pero sobre todo en el 2015, replanteó toda la
estrategia para acercarse a los gobiernos locales (Juntas de Acción Comunal y Juntas
Administradoras Locales) y así trabajar la
estrategia de formar nuevos liderazgos en la ciudad. Hoy en día, los adultos
mayores, con toda razón y propiedad, son los que gestionan la participación ciudadana.
Esta labor debe ser mejorada y como ellos mismo lo dicen: “nos estamos quedando
sin las siguientes generaciones para gobernar, los últimos alcaldes son abuelos
y requerimos de muchas más personas involucradas en la participación ciudadana”.
Con esta realidad se planteó toda una estrategia para mejorar esta
situación. Por un lado, se formaría las
actuales JAC en temas de desarrollo local, para que ellas mismas reformularan
un plan estratégico de mejoramiento. Por otro lado, se idearía la política
pública de participación ciudadana que pudiese mejorar en cuestión de 10 años
los escenarios y las instancias de participación ciudadana.
Las capacitaciones JAC tuvieron en Paola su líder. Ella abanderó con
esfuerzo y recursividad todo el relacionamiento posible; se adelantaron, al
comienzo, reuniones grupales gigantescas con una participación masiva. Con el
tiempo y dada la laboriosidad de la información el interés fue decreciendo y
fue necesario implementar nuevas estrategias de convocatoria en las que Pilar,
Alfonso, Lina, Marcela y Diego se emplearon a fondo. Se hicieron adaptaciones en
horarios, lugares de encuentro y en el diligenciamiento de la información, todo
lo cual ayudó a dinamizar a las JAC. En diciembre graduamos 13 JAC orgullosas y
listas para seguir adelante en su función general: ser las representantes del
gobierno local.
Por su lado, la política pública es la herramienta que traza los
designios de la participación ciudadana en los próximos 10 años. Con su
formulación, la asesoría alcanzó otro logro importante en su gestión, pues pudo
generar un desarrollo prospectivo, en su estructuración se hizo un acto de
reconocimiento de las debilidades históricas de la participación y sobre todo generaron
líneas de acción claras sobre lo que se debe hacer para poder fomentar, formar,
articular y fortalecer todos los
escenarios de la vida social, democrática y participativa de Santiago de Cali.
Salomé Arias lideró todo el proceso de formulación, ella accedió a las primeras
versiones, que eran un tanto lánguidas y fue dándole robustez teórica. Con su
contribución, la ciudad tiene formulada una política ambiciosa que espera
trascender la inmediatez de la dura realidad de la participación, en que muchos
de los líderes locales están cooptados, manipulados y no permiten un desarrollo
social acorde con los designios de la ciudad.
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