Yo Salustio, el escritor
Yo Salustio, el escritor
Serie Relatos demasiado
cortos
Por Esteban Ortiz
"Sigan, sigan señores y
señoritas que la vida no se presenta así de bueno siempre". vociferaba un señor en medio de un parque muy transitado.
-Y Uds. ¿por qué
creen que yo estoy aquí?¿esperando un bus, esperando un transporte,
esperando un cable aereo?
No señores estoy aquí por una voluntad divina, por una cosa hermosa y porque
algunos le dicen primorosa. No es un
remedio, ni remedio que cura, ni cura que sana, ni sana que sana colita de rana. Es una bendición, es un placer, es eso que
hace que aquella bendición funcione como placer. No, no, no se preocupen que no
los voy a aburrir, ni tampoco a dormir. Es que el que tenga ojos que vea, el
que tenga oídos que oiga, el que tenga manos que las cuide y el que tenga
lengua que no se la vaya a morder.
Si señores,
acérquense que esto no pica, que esto no jode, que esto más bien vuelve inteligente
a los más sabios, sabios a los maestros, maestros a los dedicados, y dedicados
a los burros,
porque esos sí que necesitan desto. Y
es que Uds. ¿por qué creen que yo tengo tan buena memoria?. Por hablador, por
aventurero, por mujeriego, no señores yo tengo mi secretico muy tieso y muy
majo. No se me ría por allá la señora
que no es de eso que quiero hablar.
Amigos y amigas
acérquense se los cuento a sus inquietos
oídos,
arrímense más que lo voy a decir pasito y rapidito. Escribir, escribir si
señora, yo tengo buena oratoria, buena presencia y buena memoria porque siempre escribo.
Yo Salustio, hijo de Quintiliano, ahijado de
Homero, no el Simpson, pariente de Solón y de Pericles, y familiar de Cicerón y
Séneca. Les digo que escribo y escribo cosas mías, cosas suyas y cosas nuestras
si quiere. Escribo y de eso vivo. Soy
un humilde servidor de las palabras, de las oraciones, de las
emociones y de los placeres en papel.
Ud. joven linda y atractiva puede sentir sin tocar, vivir sin respirar porque cuando escriba cosas lindas sus ojitos se irán, su pensamiento se remontará y no hay quien pueda atajarla en su englobe.
Ud. joven linda y atractiva puede sentir sin tocar, vivir sin respirar porque cuando escriba cosas lindas sus ojitos se irán, su pensamiento se remontará y no hay quien pueda atajarla en su englobe.
Porque Ud. joven apuesto e impulsivo
se emocionará tanto al poder decir lo que quiera, que hará kilómetros de trazos tratando de buscarse por entre el
camino. Y qué tal que se encuentre con hermosas mujeres, sensuales amazonas o
divas de racamandaca, no se preocupe de tentar al altísimo y mucho menos al
bajísimo, porque del cura me encargo yo. Si señor porque uno puede escribir lo
que quiera, cuando quiera y como quiera eso no es pecado, caída, desliz o ni
tropiezo alguno. Propio de hombres, como
Salustio, es rondar por los caminos más difíciles. Y quién dijo que eso
era malo, inmoral o pernicioso. No señor eso de vez en cuando es bueno, decente
y altruista.
Si señor, tranquilo
que esas palabras bonitas o raras se van aprendiendo a punta de escribir, uno
no nace con eso por dentro ni las encuentra por ahí en la calle, no señor hay
que buscarlas, amasarlas y dominarlas, quererlas, decirlas y sobre todo
escribirlas, escribirlas bien, bonito, mal o feo no importa por ahora,
tranquilos que eso llega y si no aparece aquí
está mi mano para escribir por Uds.
Porque señora Ud. que se pregunta qué hace ese joven en el baño tanto tiempo que hasta el
mismo Onán lo escribió: “No hay mano que más apriete que la del mismo
palo” Pues mire bien que lo mejor es
traérmelo que yo lo pongo a escribir, a que ejercite esa mano en otras cosas,
más creativas, profundas y reconocidas. A ver si
crece su bebé, me oyó. Y uno que sabe mi señora, quizás se vuelva ese
atolondrado joven en una figura de esas importante, porque casos se han visto,
de que se van para la extranja, si señora más allá de esta montaña, más allá
del valle, o hasta del mismísimo mar. Que
tal un Vargas Vil o un García Marquez o un Profirio aquí no más, en medio de esta gente. Porque
eso sí, plata y sumbambico a la lata han tenido esos señores. Y claro señora el
pobre es uno e ignorante es uno, pero rica está Ud. con esas
minas sin explotar
y como dicen por ahí “ojos que no ven corazón que no siente”. Del cielo se
escapan a veces algunos querubines y me los puso aquí al frente, a más allá o quién
sabe si es la señora que está por allá al fondo y que cree que no oye, ni ve,
ni entiende, pero lleva rato ahí parada. Y tranquila mi señora que el
escritor
sólo ladra y nada que muerde. Acérquese para que me conozca.
Y es que Uds. se dirán ese puro “Bla, bla, bla” pues no
tanto sus mercedes, este montañero también transcribe y bien bonito, venga les
leo lo que esta pluma escribe y que si alguno de Uds. quiere enviarlo pues
ahorita conversamos,
“¿Qué
es poesía?, dices mientras clavas
en
mi pupila tu pupila azul.
¿Qué
es poesía? ¿Y tu me lo preguntas?
Poesía...
eres tú. “
Esto es de un señor Becquer, que si quiere se los presento.
¿Le gustó señora?, vengo le leo este otro:
“Por
una mirada un mundo
por
una sonrisa, un cielo,
por
un beso....¡yo no sé
que
te diera por un beso!
Que tal la señora
recibir estas palabras, diga si no se derrite, se emociona o delira. Que tal
ese marido suyo que le dejó de mandar notas de amor cuando le puso el anillo, porque
eso sí pa´que
se volvió el Smeagol del señor de los anillos. Pero déjeme que aquí
llegó el Salustio para escribirle bien bonito, no se preocupe por el casorio
que eso no es pecado, pues enamorar con palabras es digno de ángeles y también de
novios. No ve que la mismísima virgen María se dejó echar el cuento así. Déjeme
le escribo y mira a ver si no le gusta, déjeme le
endulzo el oído
con las palabras de otro. Ud. no se imagina los matrimonios que he arreglado
cuando le llegan a uno cartas de otro. Ese señor suyo se pone bravo al
principio pero luego se pone mansito, es que “uno sólo valora lo que tiene
cuando lo va a perder”. Y entonces mi señora deje le escribo una nota anónima y
verá como se le arregla el enredo, porque no hay nudo que no se deshaga sin
darle otra vez vueltas.
Hay mis amores, las
cartas de amor son temerarias pero tranquilas, sublimes pero francas y rosas
pero profundas. Y emocionan al más parco, engalanan a la más fea, y castigan al
más infiel. Porque eso si señoras para el marido infiel no hay nada mejor que
vea una carta de otro. Pero tranquilas que si creen que ese animal
feroz, ese cuadrúpedo de pasear desenfrenado, ese puro cachón, les va a hacer algo...
tranquilas que la carta va en blanco y así no hay problema alguno, que el
misterio le pone pique a la vida y la vida le pone pique al misterio.
Pero tranquila joven
que su mamá no se va a enloquecer, no va a perder la razón, simplemente se va a
rejuvenecer y es que cuando ella le cuente aquí a Salustio su forma de
enamorarse de su descarado papá y él lo escriba para que se lo pueda llevar y
leer cuantas veces quiera. Ella no va a sufrir, más bien va a recuperarse de
ese tedio cotidiano de esos oficios duros y de todos los días. Y es que Ud.
jovencita que cree que preparar la comida, lavar los trastos y la ropa no es
aburridor y tedioso, pues hágalo Ud. para que vea lo verraco que es. Pero
tranquilas señoras que para ellos también hay cositas ricas.
Y Ud. señor no se
preocupe que yo le tengo la solución a sus problemas sentimentales. ¿Que la
embarró con ella o con su señora? tranquilo espere no más y le cuento lo que
puede hacer. Pues miré pues señor que los negros nubarrones se desaparecen
cuando un enviado del cielo le ponga en papel esas lindas palabras que Ud. tiene por dentro. Y no se
preocupe que si no las tiene por dentro se las sacamos a otro, mire aquí tengo
este librito con frases bonitas y se las enviamos a la que quiera. ¿Y cómo lo
hacemos? pues mire a ver que ya se inventó el correo, es que Ud. que cree ¿que
todo hay que decirlo de frente? no señor, no señor.
Venga señor le doy un
consejito, pero acérquese pues. También le podemos mandar poemas de esos... de
los que preparan el camino. Como decía el sabio Salustio: “que belleza camine
pa ´la pieza”. Y si quiere también le
tengo el librito de poemas eróticos, de esos que dicen de una sin tapujos lo
que nadie se atreve. Ud. verá señor, eso no es caro, además lo transcribe con
su puño y letra, y le queda como suyo.
¿Que qué señor? ¿qué
no sabe escribir? Llegó Ud. al paraíso del indefenso, al portal del desprotegido,
al reino del analfabeta. Al sitio donde
se lo hacemos a mano para que ella piense que fue escrito por Ud. Que montón de
problemas los que arreglo ¿qué tal que fuera doctor? Pero señores y señoras no
crean que esto es lo único que se hacer, también le ayudo a realizar las tareas
a los pequeños: que un cuento, que un ensayo, que una investigación, que una tesis de grado, lo que quiera.
No se preocupen niños y niñas que Uds. sólo piensan lo que quieren decir y luego aquí el propio Salustio se las arma, se las redacta se las transcribe en un santiamén.
No se preocupen niños y niñas que Uds. sólo piensan lo que quieren decir y luego aquí el propio Salustio se las arma, se las redacta se las transcribe en un santiamén.
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